
RESUMEN
Introducción Pese a que los eventos de agresión en el trabajo afectan prácticamente a todos los sectores y categorías de la población trabajadora, existen grupos con mayor riesgo de padecerla objetivo del presente estudio es determinar la frecuencia y los tipos de agresión hacia los profesionales sanitarios de centros de atención primaria de la ciudad de Ibarra. Materiales y métodos Se trata de un estudio exploratorio llevado a cabo en 181 profesionales médicos/as, enfermeros/as y auxiliares de enfermería. Las variables del estudio incluyeron características sociodemográficas de las personas agredidas, así como tipo y particularidades de la agresión, que se describieron mediante frecuencias y porcentajes. Resultados El 66,9% de los participantes refirieron agresiones, de las cuales el 61,9% fueron de tipo verbal. Los principales agresores fueron el paciente o sus familiares, las mujeres (61,2%), y las personas de entre 31 a 50 años (68, 6%). Discusión De forma similar a estudios previos, en el presente estudio se observó que más de la mitad de los participantes han sido víctimas de agresiones externas en su lugar de trabajo Conclusiones Las causas desencadenantes más frecuentes fueron la demora en la atención y la carencia de recursos. La elevada frecuencia de agresiones externas en personal sanitario de atención primaria requiere establecer planes de prevención, actuación y notificación de estos eventos.
1. Introducción
Los incidentes de agresión en los lugares de trabajo constituyen un problema creciente a nivel mundial. Este problema adquiere cada día más importancia tanto en países de altos ingresos como en países de medianos y bajos ingresos, trascendiendo sectores de actividad económica y grupos ocupacionales (OIT, CIE, OMS & ISP, 2002). Dichas agresiones se presentan como amenazas inminentes al bienestar y salud de los profesionales, así como al desarrollo y el éxito de las organizaciones, ya que afectan las relaciones entre las personas, la organización del trabajo y el entorno laboral (OIT et al., 2002).
Pese a que los eventos de agresión en el trabajo afectan prácticamente a todos los sectores y categorías de la población trabajadora, existen grupos con mayor riesgo de padecerla (Gutiérrez, Hernández & Molina, 2016). La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que los profesionales sanitarios son uno de los colectivos con mayor riesgo de sufrir agresiones externas en el sitio de trabajo (OIT et al., 2002). De hecho, existen varios estudios a nivel mundial que aseguran una mayor incidencia de agresiones externas en el personal sanitario (Gerberich et al., 2004). Las agresiones externas al personal sanitario son las acciones o comportamientos por parte de usuarios o pacientes que pueden dañar al personal de salud, y que están relacionados con la actividad profesional. Este tipo de agresiones pueden ser de tipo físico o verbal, incluyendo amenazas o intimidaciones (Ortells Abuyé, Muñoz Belmonte, Paguina Marcos, & Morató Lorente, 2013).
El fenómeno de las agresiones externas al personal sanitario constituye una problemática grave que hasta fechas muy recientes era escasamente conocido y que, además, ha permanecido silenciado por su escasa denuncia (Gerberich et al., 2004). Los datos disponibles sobre agresiones externas corresponden a los países con altos ingresos, mientras que, en los países de bajos ingresos, la información es insuficiente. Por ejemplo, en el Reino Unido el riesgo de sufrir este tipo de agresiones es 3 o 4 veces mayor en el personal sanitario que en otras ocupaciones del sector servicios (Cooper & Swanson, 2002). Asimismo, en el 2014 se publicó un informe por el Grupo de Trabajo de Agresiones a Profesionales del Sistema Nacional de Salud, que constituye el primer documento oficial sobre este tipo de agresiones en España. Dicho informe revela que en el periodo entre 2008-2012 más de 30 000 profesionales sanitarios sufrieron agresiones en España (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, 2014). Un estudio realizado a 19 967 profesionales de Latinoamérica, mediante encuesta electrónica, mostró que el 66,7% había sufrido algún tipo de agresión (Travetto et al., 2015).
Ciertos factores del medio sanitario aumentan el riesgo de padecer eventos de agresiones externas en el trabajo. La elevada demanda de atención, el requerimiento de los pacientes y familiares de atención rápida y eficaz, así como la confluencia de pacientes con complicaciones mentales, marginalidad y drogadicción se han identificado como aspectos que incrementan la conflictividad. De esta manera, las áreas de emergencia y los centros de atención primaria son los que presentan mayor frecuencia de estos eventos. Por otra parte, se ha sugerido que estas situaciones se originan por factores socioculturales y múltiples circunstancias que convergen en una sociedad cada vez más exigente de sus derechos y no de sus obligaciones, que en ocasiones culminan en episodios violentos contra el personal sanitario (Martínez-León, Queipo Burón, Irurtia Muñiz & Martínez-León, 2012). Las consecuencias de las agresiones externas en el trabajo en el personal de salud pueden ser diversas. Por un lado, se encuentra la repercusión en la prestación de los servicios de atención de salud, lo cual puede dar lugar a deterioro de la calidad de los cuidados dispensados y a ciertas decisiones de los trabajadores, como por ejemplo, abandonar las profesiones de atención de salud (OIT et al., 2002).
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Fuente: Espirales
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